30.9.10

Y todo lo que encontré en mi camino fueron piedras.
Todas ellas miraban al río.
Y yo con ellas miré el fluir del agua sin pausa hacia un mar lejano.
Unos patos se bañaban en algún rincón del río y la basura los acompañaba.
Nadie tuvo la decencia de tirar ese bote de lejía a otro lugar.

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