Boring, boring, boring day. BORING DAY!!

Joder, el día se volvió nublado.
Vale, el sol se fue, buenas noches y hasta mañana.
Volvió el frío levemente sobre mi piel que está implorando a los mil demonios enfadada.
Mis ojos vuelven a querer dormir y mi boca no deja de bostezar.
Los días como este son una puta mierda, ¿a que sí?

Hoy hablé más de lo necesario a pesar de que hablé más que ayer. Ayer hablé menos de lo necesario a pesar de haber hablado el doble que hoy.

Preguntas trascendentales -sección empezada en http://cosasquemerecenquemarsemuchoymuyduro.blogspot.com/ -: (Parte 3)

Hay quién dice que la vida es sueño (y los sueños sueños son), pero ¿si la vida es sueño la muerte qué es?
La vida es lo único que te deja despertar de un mal sueño, pero luego seguirás soñando.
La vida es vida y la muerte es sueño, a sí que a la hora de morir ten suerte con lo que vayas a soñar.

(¿Y si la vida es el sueño de una vida más duradera aún? Cuando me hallo soñando me creo que vivo lo que sueño y siento lo que ocurre, lo veo, lo huelo, lo saboreo, lo oigo e incluso noto su tacto, ¿quién dice que cuando muramos (o justo antes de morir como ocurre en todos los sueños) no despertaremos en una realidad distinta y diremos la mítica frase: 'qué sueño más raro'?..)

Las llamas de fuego que salían de entre las nubes tras los edificios de mi ciudad me hicieron detenerme.
Luego retomé mi marcha.

Mueble.

Con el tiempo el tiempo pasó.
El polvo cubría su cuerpo.
La humedad y los cambios de temperatura hicieron mella en el.
Los objetos que en él se hallaban desaparecieron, quedando únicamente los metales y los minerales.
Las termitas comieron desigualmente los bajos volcando el mueble y tirándolo al suelo. Algo de polvo se removió y cayó al suelo. En seguida más polvo cayó sobre el mueble. Los supervivientes que se hallaban en su interior se esparcieron por el suelo en la trágica caída. No tardó en cubrirles el polvo a ellos también.
Las termitas siguieron cebándose con él, hasta quedar de el unos pocos tornillos y juntas. El polvo acabó cubriéndoles a ellos también.

Con la sangre en sus venas. Con las venas destrozadas. Destructor de la vida. Vivo en sus sueños, muerto en su realidad.
Nocturno de día y de noche. Solitario escondido. Un pescado en el barro. Una lombriz en el aire. Un pájaro en el agua.
Profanador de la historia. Sincero en su mentira.
Trastornado sin remedio. Loco en libertad. Libre de rechazar la cordura. El único cuerdo que no entiende a los demás locos.

La caja de Pandora.

Veo una maldad en tus ojos que no se puede describir más que con tu propia mirada.
Tus sonrisas inocentes me dejan ver puñaladas por la espalda.
Tu simpatía no es más que una forma de aprovecharse de las buenas intenciones de los demás.
Tus palabras son medias verdades o verdades sin empezar.
No encuentro sinceridad en tus labios y menos aún en tus ojos.
Tu flequillo oculta y encierra la única parte que no me clavaría una daga mientras duermo.
Tu nombre es Mentira y tu único apellido es Traición.
Seguirte sería ir directo a un profundo abismo en el que moriría tal como describí en alguna ocasión:
Con Libertad Condicional: Putrefacción.
Bajo tus ojos amables y tu apariencia inocente se esconde el infierno entero con una cobertura de dagas invisibles que me iría desangrando hasta morir en la llama de tu traición más profunda, oculta en el centro de tu corazón punzante, manzana envenenada, joya de imitación explosiva. Eres el baúl en el que se guardan las malas intenciones cerrado con un candado que sólo se puede abrir con la confianza. Eres la caja de Pandora.

Pervirtámoslo todo.

Me apetece pervertir mi mente, pervertir mis ojos y cualquier centímetro de mi piel.
Voy a pervertir el cielo, el día, la noche, el suelo.
Voy a pervertir las costumbres y las infancias, pervertiré las pocas mentes inocentes que quedan en el mundo.
Pervertiré hasta el agua y lo que gracias a ella vive. Pervirtamos la naturaleza.
Pervertiré desde las grandes montañas hasta las más diminutas piedras.
Pervertiré lo impervertible.
Perversos son ahora mi nombre y mis recuerdos.
Perversa la justicia, perversa la bondad, la maldad, perversa la vida entera.
Pervirtamos la historia y la verdad.
Pervirtamos la mentira.
Quien no sea perverso no es humano y mucho menos natural.
Pervirtamos el todo. Pervirtamos la nada.
Es lo que mola, ¿no?

La paz de la agresividad de la naturaleza.

Nubes negras en el cielo. La tormenta ruge amenazadora. Un breve estallido de luz ilumina mis ojos y su ausencia los oscurece aún más que antes.

En yerma tierra oscura. Solo. Con la lluvia azotando mi cabeza. Con el viento echándome de ahí.

Un rugido y a continuación otro breve estallido de luz atraviesa mis ojos.

Únicamente oigo el silencio de la lluvia y el viento.

El mar fuerte, agresivo azota la dura roca.

Así va el país.

Y todo el país eternamente dividido se unió para apoyar lo único de lo que no se podrán beneficiar en la vida.
Y mientras todos gritaban y cantaban canciones de rima dudosa, con un cántico más parecido al de una tropa militar que al de un coro, yo estaba 'solo' entre esa multitud furiosa, el único que pensaba que todo era una mierda y el único que se daba cuenta de que el resultado de aquella batalla no aportaría nada a ninguno de los que tanto alzaban la voz (ni a mi). Gente con más odio en sus corazones hacia el resto que pasión hacia los suyos. Violencia gratuita. Insultos sin sentido. Adoración a don nadies.
Y me preguntan <> Yo no contesto, pues me sería muy fácil decirle que no se están viendo a sí mismos: personas transformadas en gorilas enfurecidos vestidos de rojo y amarillo, decirles que no sacan provecho del resultado de la batalla 'inofensiva' que se jugaba en el campo, decirles que no es más que una distracción mientras el país se va a la mierda, que pierden más que ganan con eso, que la economía se va un poco más a la mierda con eso. Sería muy fácil decir eso pero....¿quién me iba a escuchar? Tal vez sólo me escuchase la persona que se encontraba ausente al final de la barra...tal vez nadie me escuchase, nadie lo entendiese.
El fútbol ayuda al racismo y a la xenofobia (no contra ellos). No es pasión lo que sienten, es odio. Sus caras pasan de amables y pacíficas a enfurecidas y animalescas.
Nadie lo ve. Todos están ciegos y los que no lo están simplemente no quieren mirar. Quienes se encuentran siempre en guerra se unen sólo para esto, en vez de luchar por algo que de verdad merezca la pena. Quien quiere el fracaso de a quienes ellos apoyan pasa a ser un extraño, un hostil. Lo peor es que aunque no quieras saber NADA de todo eso estás obligado porque sale en todas partes: en cada televisor, en cada cadena, en cada anuncio, en cada cartel de cada pared, en cada individuo...
Así va este mundo.

Putrefacción.

En el abismo estoy solo.
En el interminable pozo estoy solo.
Mi voz muere mil veces antes de salir al exterior.
La luz no consigue sobrevivir entre las tinieblas de mi tumba.
El aire apenas llega.
No sé si soy persona o pasé a convertirme en un monstruo.
No como pero ya no lo necesito.
No respiro, mis pulmones se han atrofiado.
Oigo todo lo que hay en el exterior, pero el exterior sigue sin oírme.
Ya no grito pidiendo auxilio, mi voz se agotó para siempre.
Creo que ya soy un monstruo: no hay carne entre costilla y costilla.
Ya no puedo ponerme de pie, no hay músculo rodeando mis huesos.
Incluso la lengua murió.
Incluso mis ojos están desapareciendo.
Ya no oigo.
Ya no soy persona...ni monstruo. Soy cadáver.
Polvo era y en polvo acabé convirtiéndome, aunque de eso ni mis ojos fueron testigos.