2.11.14

Reconexión

Hacía tiempo que no pasaba por aquí. Que pase hoy no quiere decir que vaya a ser habitual.
Hay un momento en la vida en el que todo te supera. Un año malo lo tiene cualquiera, ¿no es cierto?
Pues este fue un año horrible. Y por fin me siento bien. Me siento liberado.
Este año me enseñó muchísimas cosas en todos los aspectos. Pero estos dos últimos años me enseñaron algo aún más valioso: me enseñaron a amarme a mi mismo, a amar mi libertad, mi vida, mis decisiones.
Cuando la nube llueve sobre ti, todo es una mierda. Cuando la nube se va, esa brisa fresca que trae el cielo despejado y el ambiente cálido...esa brisa...es cuando te das cuenta de que estás vivo.
Hacía tiempo que mi cabeza no estaba tan despejada, tenía tantas preocupaciones en ella que estaba a punto de explotar, me despertaba sin ánimo y me apetecía volver a dormir hasta que pasase el suficiente tiempo para que todo el mundo se olvidase de mi.
Ahora me despierto con una sonrisa y me acuesto con una más grande. Me paso el día sonriendo y cuando no sonrío...algo estaré haciendo, pero no me preocupo, no me molesto, mi estado anímico es inmejorable. Veo un camino larguísimo y enrome, un camino glorioso frente a mi.
Puedo hacerlo todo, de nuevo soy invencible, de nuevo soy inmortal, de nuevo soy mi propio Dios. Te echaba de menos.
Muchos cambios hice y de ninguno me arrepiento. Este año fue un completo aprendizaje constante, mucho esfuerzo, mucha lágrima y mucho sufrimiento. Ahora estoy en forma, ahora sé lo que debía saber y que me tiren lo que quieran, yo lo aparto.
Estoy optimista conmigo mismo, ahora que sé lo que soy y lo que no quiero que vuelva a ocurrirme.
¡Maldita sea! Soy el aire, soy el mar, soy un búho volando en la noche bajo la Luna: SOY LIBRE.

15.3.14

Una brisa en el pasillo, una llaga en el reloj.

La vida es demasiado real en ocasiones. A veces me despierto sintiendo que no hay un cuerpo físico que me encierre y, aún así, me siento encerrado. A veces sólo soy un par de ojos que miran, que caminan y que, en ocasiones, reaccionan ante algo.
Tengo la sensación de que me importa todo un bledo. Siento que estoy bien como estoy, pero si todo se fuese a la mierda y me quedase sólo, revolcándome en un mar de mierda -bien metafórico- acabaría adaptándome y sintiendo que sigo bien.
No tuve una vida de mierda, pero aún así viví experiencias que me llevaron a ser como soy, a ser casi de piedra. Me importan todos los que me rodean, los quiero muchísimo, tengo una gran empatía, soy vegano; se me cae el alma a los pies cuando una familia más se queda en la calle, la gente me importa, la gente, los animales y el planeta en el que vivimos, pero no me refiero a eso. Mi vida me condujo a ser como soy, hace tiempo dejó de importarme que éste de aquí no me hablase; hace menos, dejó de importarme que ésta de aquí no supiera que existo. Ahora mismo me siento casi inmune, como si nada ni nadie pudiera hacerme daño de verdad, como si mi corazón jamás pudiera romperse.
A veces siento que no soy humano, que no soy nada, sólo un recuerdo que vaga por los pasillos de mi casa y que se sienta en la cama de mi pequeña habitación a esperar que el día pase y que, quizás, a la mañana siguiente salga el sol y me sonría; que, con su calor, me diga: David, eres humano, estás vivo, disfruta de este día.
Algunos de estos días me viene de pronto una revelación y me doy cuenta de quién soy, de que la vida es real, de que tengo los pies en la tierra y no puedo salir volando...y siento que la realidad son unos muros enormes que me rodean y me comprimen, que perdí un día más y que no hice nada de nada. Ahí es cuando me derrumbo y me angustio por haber perdido un hermoso día de mi juventud, por no haberlo aprovechado. Y mientras tanto el sol se esconde tras el horizonte y mi habitación se oscurece de verdad y me grito: ¡NO! NO PASARÁ ESTE DÍA IMPRODUCTIVO. Pienso en todo lo que quiero hacer todo lo que tengo en mente, me siento en la mesa y trabajo y trabajo y trabajo como si estuviera loco, como si no hubiera nada más y, en menos de dos horas, hice por lo menos 5 bocetos, 3 dibujos y uno de ellos pintado, los otros dos mañana, pero porque voy a cenar.
Pero a veces me siento irreal, ficticio, siento que alguien está mirando cómo no hago nada y se está aburriendo con mi película. Luego descubro que ese alguien soy yo.

31.3.13

Y nadie observa aquel lugar.

Una farola parpadea justo antes de apagarse.
Por la acera una rata corre a esconderse en la alcantarilla más cercana.
Vive nadie en esa calle.
Vive nadie en las afueras.
Vive nadie en la ciudad.

El viejo edificio de lujos y espectáculos está cerrado, pero nunca estuvo vacío.
Un gran recibidor deja caer los escombros del techo sobre sí y sólo las arañas parecen darse cuenta.
El cartel de una actuación se ha caído hace tiempo y unos pequeños dientes encontraron un sabor desagradable en sus bordes.

En la gran sala...
               ...sólo hay oscuridad...
El palco en lo más alto...
               ...ahora se encuentra a la altura del suelo...
                                                          ...incluso más abajo...

Más de novecientos asientos observan un escenario vacío.

El telón aún resiste. Todo está envuelto en un elegante color rojo.

En el escenario hay una luz, una pequeña fuente de luz que no ilumina nada, pues no hay nada que iluminar, salvo el suelo, que parece un fantasma en medio de ninguna parte, que parece un elemento independiente, una alfombra que pueda echar a volar o que incluso ya esté a punto de hacerlo.

Escondido, apartado, al margen de todo, al margen de lo importante, es decir, ,  al margen de nada -pues nada hay- hay alguien que respira, alguien que lo contempla todo en una mezcla de pasión e indiferencia. Es un hombre con sombrero. Su piel quizás sea blanca y sus elegantes ropajes quizás tan rojos como el resto de la sala y sus zapatos quizás sean negros. Pero no lo sabemos, pues de él no se ve más que recortar la silueta, de él no vemos más que negro, tan negro como sus zapatos, recortados en silueta.

¿Quién somos? Somos aire, somos frío, somos casi vida. Una ligera ráfaga de aire fresco que se consiguió colar por los cristales rotos de la puerta principal, que logró esquivar los escombros del piso superior precipitándose sobre el, una vez pulido, suelo; que alcanzó a llegar a las puertas abiertas de par en par de la sala más grande, que atravesó las incontables filas de asientos vacíos, que escaló hasta el escenario y, arrastrando el polvo en el aire, fue aspirado por las fosas nasales de un hombre recortado en silueta, un hombre que no estaba allí, pues vive nadie en esa calle, vive nadie en las afueras y vive nadie en la ciudad.

Una rata se ha escondido en una alcantarilla.
Una farola se ha apagado justo después de parpadear.

23.11.12

Su rubia melena, su río dorado.

Al final de aquella calle,
de aquella prisión de almas,
un árbol amarillo agita su rubia melena al viento
soltando pequeños soles que forman
una corriente infinita de luz dorada
atravesando el asfalto
rompiendo contra los coches.
El gris inunda todo lo demás
incluso el cielo.
El amarillo ilumina mi sonrisa
aunque esté lejos,
distante
y yo me encuentre
completamente solo
en una tormenta de miradas bajas,
de cuerpos vacíos.
Cruzo la esquina.
Oigo crujir bajo mis pies.
Un recuerdo amarillo vuelve a iluminar mi sonrisa.
Aunque ya sea una mentira.

8.11.12

Todo es jodidamente igual que al principio
y a la vez todo es jodidamente diferente.
Y no lo entiendo.
Y no me gusta.

2.11.12

Cada mirada de tus ojos
es una flecha que se clava directamente en los míos,
cada roce de tu piel
es una espada que me corta y me hace sangrar,
cada vez que paso a tu lado
-y huelo tu aroma-
es como un golpe en el estómago que me deja sin respiración
y cada palabra de tu boca
es como una bofetada en mi cara y mi espíritu.
Si así es que tus ojos,
tu piel,
tu aroma
y tus palabras
me son tan perjudiciales...
sabe Dios cómo serán tus besos.

1.10.12

Odio a la gente que no mira atrás.
O bueno, la odio sólo cuando no miran atrás.

29.9.12

The Monkey Mash

He aquí mi nuevo blog, en el que iré subiendo dibujos que vaya haciendo y quizás alguna foto.
Aún he de editarlo, pero tiempo al tiempo.
themonkeymash

19.9.12

Me huelen las manos a chicle y hace un momento sangraba sangre de nectarina.

17.9.12

El abismo ha disminuido.
La luz hace tiempo que se apagó y mis ojos ya se habían adaptado a la oscuridad.
Ahora un nuevo estímulo dilató más aún mis pupilas y puedo verla mejor.
Encontré un sitio al que subirme y tengo una mejor perspectiva.
Creo que el abismo puede desaparecer si yo le ayudo.