23.11.12

Su rubia melena, su río dorado.

Al final de aquella calle,
de aquella prisión de almas,
un árbol amarillo agita su rubia melena al viento
soltando pequeños soles que forman
una corriente infinita de luz dorada
atravesando el asfalto
rompiendo contra los coches.
El gris inunda todo lo demás
incluso el cielo.
El amarillo ilumina mi sonrisa
aunque esté lejos,
distante
y yo me encuentre
completamente solo
en una tormenta de miradas bajas,
de cuerpos vacíos.
Cruzo la esquina.
Oigo crujir bajo mis pies.
Un recuerdo amarillo vuelve a iluminar mi sonrisa.
Aunque ya sea una mentira.

8.11.12

Todo es jodidamente igual que al principio
y a la vez todo es jodidamente diferente.
Y no lo entiendo.
Y no me gusta.

2.11.12

Cada mirada de tus ojos
es una flecha que se clava directamente en los míos,
cada roce de tu piel
es una espada que me corta y me hace sangrar,
cada vez que paso a tu lado
-y huelo tu aroma-
es como un golpe en el estómago que me deja sin respiración
y cada palabra de tu boca
es como una bofetada en mi cara y mi espíritu.
Si así es que tus ojos,
tu piel,
tu aroma
y tus palabras
me son tan perjudiciales...
sabe Dios cómo serán tus besos.