Rodeado de auto-personas. Solo...casi completamente.

Aislado.
No encuentro a la persona que sepa ocupar el vació que deja la sociedad. No me puedo identificar a penas con nadie y siento que cada vez encuentro a la gente que me rodea más extraña...pese a que ellos siguen siendo igual...la marginación social no es solución, el hombre es social por naturaleza y, al igual que un oso se defiende con sus garras, un tiburón con sis dientes y una cobra con su veneno, nosotros nos defendemos con nuestro estado de sociedad pero, qué ocurre cuando este estado está más que corrupto, cuando sientes que nadie te puede defender, pues buscan sus propios fines y reina el egoísmo, si te pueden pisar te pisarán, aunque puedan vivir sin hacerlo...solo puedo contar con el apoyo de unos pocos amigos que, en un momento u otro, se desvanecerán, así es la vida, acabas perdiendo el contacto...
No me puedo lanzar a vivir en la naturaleza, pues mi mayor arma, la sociedad, se habría desvanecido, la costumbre del burgo y sus facilidades me arrebataron los conocimientos que poseería para sobrevivir en un mundo salvaje. ¿Qué hacer cuando no puedes contar con los demás ni con tu propia independencia?
Sólo me queda encontrar a alguien con quien me pueda sentir a gusto y centrarme en ella, sólo en ella y en mi.
Te estoy buscando, aparece de una vez.

No quería despedir esta entrada sin dedicárselo al hombre cuya historia me inspiró y me hizo reflexionar un poco más sobre este tema. Christopher McCandless, poca gente tiene una cabeza tan bien amueblada, muerto en el intento de descubrir la verdad, alejado de la suciedad de la civilización que los hombres no supimos crear, que en tu muerte descubras y alcances lo que no pudiste en vida.