25.12.11

Encontré en el frío un compañero,
compañero de mis frías noches.
La espera se hace larga y yo espero,
espero entre el ruido de los coches.

¿Qué coño os importa eso? ¿Y qué coño me importa a mi?
Lo que yo siento ahora mismo no es frío, no es una larga espera, lo que siento es un vacío completo de sentimiento, no tengo ganas de gritar, aunque debería, no tengo ganas de darle una patada en el culo al mundo, y también debería.
No siento nada, quizás sea por esta actitud más positiva que los acontecimientos recientes me hacen tener, pero ni si quiera tengo ganas de cantar, al menos hoy no.
Lo único que siento con mucha fuerza, como una piedra golpeándome constantemente la puta cabeza es el agobio, agobio por los trabajos, los exámenes y su puta madre.
¿Y a esto llaman vacaciones?
A lo que íbamos, quizás sea que el invierno me lo quitó todo junto con mi calor corporal (y ahora mismo mi salud todo esto estoy hasta pensándolo con voz nasal). Una muestra de lo que digo es mi forma poco habitual de acabar esta entrada.
Ala, venga, a tomar por culo.

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