5.8.10

Porque tal vez todo ello merezca la pena.

Y canté al tiempo que pasó frente a mis ojos.
Y canté a la vida y sus despojos.
Y canté al sol, al calor y al frío.
Y canté a las nubes la lluvia y el granizo.
Canté al viento y a la mar.
Canté a la existencia en general.
Canté a seguir.
Canté a parar.
Canté a vivir.
Canté a expirar.
Y canté a todo aquello que me pareció bello y digno de existir.
Y cantaré a todo ello hasta el mismo instante en que vaya a morir.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Hablad sin reparos.